



Cada playa tiene su hora mágica, su propio color de mar y su tipo de público. Lo mejor es que, en un solo viaje, puedes tener varias vacaciones en una.
- Trekking a Lagoinha do Leste: Caminata de 1h30 desde Matadeiro. Es dura, pero como puse en mi diario de viaje: “vale cada gota de sudor”. Estás frente a una playa sin autos, sin ruido, solo naturaleza.
- Sandboard en las dunas de Joaquina: Se alquilan tablas en el lugar, y si nunca lo hiciste, no importa. Las risas están garantizadas.
- Paseo en kayak por la Lagoa da Conceição: Rema entre casas flotantes, árboles que salen del agua, y tal vez veas tortugas.
- Parque da Lagoa do Peri: Cascadas, senderos, espacios para picnic. Perfecto si no sabes qué hacer en Florianópolis con lluvia y buscas una escapada con vegetación abundante y menos playa.
Y si llueve, tranquilo. Te diré qué hacer un día de lluvia en Florianópolis: visita el Projeto Tamar, donde se cuidan tortugas marinas. Es ideal para niños, pero yo como adulto me fui fascinado.
- Rua Fernando Machado y el Mercado Público: Pasear por sus calles coloniales, comer mariscos frescos y visitar la Catedral Metropolitana es una excelente forma de pasar la tarde.
- Fuerte de São José da Ponta Grossa: Ruinas con vista al mar. Un lugar que me sorprendió por lo bien conservado.
- Ribeirão da Ilha: Una joya poco conocida. Arquitectura azoriana, restaurantes que sirven las mejores ostras que probé en mi vida, y un aire de pueblo detenido en el tiempo.
Estos rincones dan respuesta clara a quienes buscan qué hacer en Florianópolis en abril, en mayo o en marzo, meses donde el clima puede ser más fresco pero ideal para recorridos culturales.
- Mercado da Lagoa (domingos): Comida local, artesanías, música en vivo.
- Cervejarias artesanales como Bierland: ideales para quienes buscan qué hacer en Florianópolis de noche sin ir de fiesta.
Y si te cruzás con un puestito de playa que venda bolinho de peixe… ¡no lo dudes! Con una caipirinha al lado, tenés una de las experiencias más simples y placenteras del viaje.
- Jurerê Internacional: Fiestas tipo Ibiza, con DJs internacionales. Si lo tuyo es el glamour, este es tu lugar.
- Lagoa da Conceição: Más relajado, ideal para compartir una cerveza, ver músicos callejeros o simplemente caminar bajo la luna.
La energía nocturna de la isla se siente en el aire. Ya sea en una discoteca o en una fogata improvisada en la playa, la noche en Floripa siempre tiene magia.
- Subir al Morro da Lagoa al atardecer: Solo 30 minutos de caminata, y la vista te deja sin aliento.
- Paseo en buggy por la costa norte: Exploras playas escondidas, caminos de tierra y miradores. Una experiencia más aventurera.
- Museo Histórico de Santa Catarina: Ideal si buscas qué hacer en Florianópolis en invierno o días nublados. Poco conocido y muy bien curado.
Floripa está llena de esos “momentos joya” que aparecen cuando menos los esperas.
- Dónde quedarse: Evitá el centro si buscás playa. Preferí zonas como Lagoa, Campeche o el norte de la isla.
- Qué hacer con lluvia en Florianópolis: Museos, Proyecto Tamar, cervecerías, centro histórico, cafés con vista.
- Dinero: Llevá efectivo. Algunas playas no aceptan tarjeta.
- Clima: Floripa es cambiante. Siempre llevá protector solar, pero también un abrigo ligero.
- Movilidad: Alquilá auto si podés. Los buses conectan mal algunas playas.
Y lo más importante: habla con los locales. Ellos me recomendaron muchos de los lugares que hoy te comparto acá.